¿Y si la verdadera batalla de la IA no fuera por código, sino por contratos?
Cuando los gigantes vacilan, el resto del tablero tiembla.
🗞 Noticias que no debes perderte
OpenAI y Microsoft vuelven a la mesa
Las negociaciones regresan tras años de alianza y tensiones crecientes.
OpenAI busca reducir la participación de Microsoft del 20 % al 10 % para 2030.
Microsoft exige acceso garantizado a la tecnología más allá de la década.
📍 ¿Por qué importa? Redefine el mapa de poder y financiación de la IA.
💥 Nivel de disrupción: Alto
El Papa declara la guerra a la IA
Leo XIV sitúa la inteligencia artificial como desafío crítico para la dignidad humana.
Paralelismos con la Revolución Industrial y advertencias sobre pérdidas laborales.
Exige liderazgo global y un tratado internacional para frenar armas autónomas.
📍 ¿Por qué importa? La voz de 1 000 M de fieles impulsa la regulación global.
La IA que se enseña sola
“Absolute Zero” crea, resuelve y complica sus propios retos sin datos externos.
Sota en código y matemáticas gracias a modos de deducción, abducción e inducción.
Surgen dudas éticas cuando el modelo genera cadenas de pensamiento sobre control.
📍 ¿Por qué importa? Rompe la dependencia de datasets masivos y abarata el entrenamiento.
💥 Nivel de disrupción: Alto
🧠 Complejidad técnica: Avanzado
⚙️ Usabilidad directa: Depende del sector
🧪 Lab Session
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Sube un vídeo tuyo de alta calidad a HeyGen y genera un avatar hiperrealista.
Conecta tu clon de voz en HeyGen y escribe un guion en estilo conversacional.
Genera tu vídeo AI y ajusta pausas para simular expresiones auténticas.
¿Para qué usarías tu doble digital antes de que otro lo haga?
⚡ Otras cosas que están pasando
🤖 Remote Agent delega tareas de código a asistentes IA en la nube.
📸 Shopify Magic integra generación de imágenes con razonamiento avanzado.
🔗 OpenAI Deep Research conecta tu repositorio de GitHub a ChatGPT.
🇨🇳 Baidu patenta IA que traduce el lenguaje de los animales.
🛑 Microsoft prohíbe DeepSeek por riesgos de propaganda y seguridad.
La era de la IA pivotará en contratos y ética antes que en algoritmos. No olvides quién escribe las reglas tras cada línea de código.